La almohadilla de esta excepción es que el trabajador, al actuar de guisa temeraria, ha roto el vínculo de causalidad entre su actividad laboral y el accidente, ya que la contusión se produjo por su propia negligencia extrema. Para continuar leyendo este documento, sus Disección editoriales completos y miles de https://subhashg803mrw2.blogoxo.com/profile