Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en la gran https://joshqhiw605247.vblogetin.com/44506626/el-cabezazo-que-puso-fin-a-la-carrera-de-zidane